Bueno, para algunos todavía no… la mayoría aun tiene unas dos o tres semanas más de vacaciones… para mi, NOT! Solo me queda esta semana…
En fin, echando una mirada hacia atrás, empecé a recapitular lo que fue mi verano… que empezó la tercer semana se abril… como por ahí del 23 yo ya estaba libre… así que si hacemos unas cuentas rápidas, tuve exactamente 3 meses de vacaciones y una semana…
Exactamente 97 días de vacaciones (WOW suena a muchos días cierto?) en los que aprendí bastantes cosas.
Bueno no, no fueron tantas, pero las pocas que aprendí fueron realmente valiosas.
Gracias a mis amigos, a mi familia, a extraños que conocí en Internet o en la calle, y a todos aquellos sucesos que tuvieron lugar durante estos 3 calurosos/lluviosos/bipolares meses… he aqui mi lista
Aprendí que:
1-Es mejor sacarse las 4 muelas del juicio de un solo jalón… aunque no muy recomendable.
2-Después de comer papillas dos semanas, cualquier alimento solidó te sabrá a gloria.
3-Los berrinches nunca son buenos…
4-Planear una fiesta sorpresa de cumpleaños es más difícil de lo que suena.
5-Es bueno planear tus semanas con anticipación… pero es mejor ser espontáneo.
6-Puedo odiar aun más de lo que ya creía a Paul McCartney.
7-El Fútbol es nefasto, pero trae consigo cosas buenas… básicamente el desmadre.
8-Puedo vivir una semana a base de nuggets de pollo.
9-Para saber como se encuentra una persona, basta con leer sus tuits (o en su defecto, entrar a su perfil de Facebook)
10-Mi vida depende un 75% del Internet… triste.
11-A veces solo necesitas ver la desgracia ajena para apreciar la propia.
12-El mundo es increíblemente pequeño.
13-Las tramas de las películas porno pueden ser idiotas, improbables, y poco creíbles… pero créanme, existen.
14-No hay nada mejor para quitarte una tentación que cayendo en ella.
15-Es más fácil conseguir sexo que trabajo por Internet.
16-Los fetichistas existen… pero son buenas personas! en verdad!
17-Inconcientemente puedes estar afectando para bien o para mal a alguna persona sin que esta sea tu intención… maneja tu vida con cuidado.
18-Nombrar a tu pez como el Santo Papa puede molestar a algunas personas.
19-Ponerle un espejo en la pecera a tu pez betta es MALA IDEA. (adjunto: los peces betta necesitan agua tibia, NUNCA fría)
20-Ser constante es el camino mas corto al éxito.
21-Tu vida entera puede perder el sentido total de su existencia en segundos…
22-Lo que una persona haga con su vida intima es solo suya y de nadie mas.
23-Tus padres, como todo ser humano, tienen secretos que son muy suyos y no hay por que indagar ni juzgarlos por ello.
24-La música que escuchamos es la representación de los sentimientos, experiencias, ideas y personajes con los que hemos vivido… no impongas gustos musicales, no critiques, no te burles y no trates de entenderlos; comparte ideas y espera lo mejor; puede que le guste, puede que no. Solo eso.
25-La televisión matutina apesta.
26-La personalidad de una persona se ve reflejada en un 90% en su manera de expresarse.
27-El fármaco que más consumo es Pepto Bismol.
28-Fumar es malo… pero a veces se antoja.
29-El que es mamador, siempre lo será.
30-Con los verdaderos amigos, un smiley puede decir mas que mil palabras xD
31-Para muchos un Cubo Rubik es solo un juguete geek… para mi significa algo mas especial.
32-La cruda con vino es la peor.
33-A veces un cambio de look hacen toda la diferencia.
34-La edad no tiene nada que ver con la madurez de una persona.
35-Existen virus para los iPod.
36-Las compras impulsivas siempre vienen acompañadas del remordimiento.
37-Los lentes de contacto son una bendición.
38-No es lo mismo “manejar” a “conducir” un auto.
39-No hay nada como un día lluvioso para extrañar un buen abrazo.
40-No importa cuantas cremas te eches, cuantas veces los exprimas, cuantos remedios utilices, los granos estarán ahí por mucho tiempo más. Aprende a vivir con ellos.
41-A veces las cosas no salen como las planeas… pero no salen del todo mal.
42-La vida te pone retos para ponerte a prueba y comprobar si es verdad aquello que predicas.
43-No existe la distancia para el amor… cuando amas a alguien, siempre estará junto a ti.
44-A veces no te das cuenta de cuanto extrañabas a una persona sino hasta que la vuelves a ver.
45-No es lo mismo, pero puedes estar presente aunque sea vía telefónica.
46-Los boletos en reventa son más baratos y están más cerca del escenario.
47-Nada como el Jazz para relajarte.
48-Las mejores pláticas son en la noche… por ahí de las 12.
49-En tan solo un año las personas pueden cambiar mucho sin darse cuenta.
50-Todo cambio y todo nuevo inicio da miedo en un principio, una aprensión y un desasosiego que nos intimida hasta desmoronarnos en la ansiedad y el nervio. Mas, sin embargo, todo cambio y todo inicio pueden significar la apertura de nuevas oportunidades y vivencias… todo depende de la actitud con la que se decida empezar a andar.
En resumidas cuentas, este verano no fue del todo en vano.
No hice casi nada productivo (y no se por que dije CASI) pero al menos le di a las vacaciones el uso debido… DES-CAN-ZAR.
Así termino mi último verano mas largo de mi existencia.
A partir de ahora, mis vacaciones será de menos de un mes (maybe)… pues después de la universidad sigue el trabajo y posteriormente la vida en familia…
Nunca me ha gustado mucho Disney... prefiero mil veces ver la Warner con Bugs y los Looney Tunes que al pendejo de "Mickey-voz-de-pito" y sus amigos ... pero NUNCA... NUNCA habia visto a Disney asi:
LAS PRINCESAS:
(Jasmin, La Sirenita, Pocahontas, La Cenicienta, La Bella y la Bestia, Mulan, Blanca Nieves y Alicia)
LOS VILLANOS:
(Gaston, Garfio, Cruela Devil, Claiton de Atlantis creo, La mala de Bernardo y Bianca y Hades)
LOS PRINCIPES: (Ok, creo que son Aladin, Eric de la Sirenita, Tarzan, Kuzco, Hercules, Philip de la bella durmiente, Peter Pan, Naveen de la nueva La Princesa y el Sapo, y David de Lilo y Stitch)
Ok, las primeras dos imagenes las encontre en Facebook... y la de los Pirncipes es una presentacion de Power Point que ya lleva rato circulando por las miles de cadeas de Hotmail... sin embargo todo mundo se moja y nadie sabe quien las dibujo... pues bueno, el creador de todas esas imagenes homoeroticas de los principes de Disney, es un wey llamado David Kawaena, que tiene su cuenta en Devian Art (una red social para compartir arte... y dubijos y asi...) En fin, adjunto su perfil --> AQUI <--- y veran sus demas creaciones... pero he de advertir que son varias y algunas no pueden ser vistas por menores de 18...
Al igual que yo, hay muchas muchas otras personas que sufrimos de "acné" en el rostro... u otras partes de nuestro cuerpo...
Hemos pasado por toallitas humedas, jabones, cremas, pastillas, gel, pastas exfoliantes, agujas, pellicos, evaporaciones, etc. etc. etc...
En fin, estoy en un tratamiento con un gelesito y un jabon... (stievamycin gel con tretionina y eritamicina al .25% y un jabon neutrogena para piel grasa) El gelesito me quemo un cachete (al parecer el activo quimico reacciona con el sol... fail) y el jabon como que da un toque refrescante seguido por un graaaaaaaaan ardor... En fin, espero se me quiten rapido... por que despues de quitar los granos... van las marcas de los granos... (lo se, que mierda...)
Almenos mis granos son chikitos y con un poco de maquillaje se disimulan... pero este hermano esta MUY intenso...
(Lo mejor del video son los gritos y las expresiones de OOOOOH MY GOOOOD! de las tipas de alrededor... el wey parece no sentir absolutamente nada... y las demas estan a punto del vomito)
Axepsia debe ser una de las mentiras mas grandes del mercado... y todos los remedios caseros son una farsa y terminan sacandote mas...
Mi recomendacion: Aprende a vivir con ellos... aveces son pocos, aveces no tienen madre los hijos de puta... pero nada es para siempre, eventualmente se iran...
Hace mucho... de hecho, hace tres años, en la prepa, hubo un cocurso de Rima, Cuento, Declamacion y otras ramas por el estilo. Me anime a concursar en la rama de "Cuento" con una historia llamada "Los Ultimos Guerreros Del Sol" que fue inspirada en un capitulo de Avatar: The Last AirBender (de hecho esta es la razon por la cual escribo esta entrada, ya que vi el Trailer de la pelicula que van a sacar)
El cuento tiene una narracion muuuuy de secundaria... pero leerlo me recordo esos hermosos primeros dias de preparatoria... El video que adjunto TENIA como cancion de fondo "Heels Over Head" de "Boys Like Girls". Cancion la cual, aun en dia la escucho, y regreso a 4to de prepa con el 407 pero creo que borraron el video y solo encontre ese... la cancion tmbn es buena... ... buenos tiempos...
En fin, dejo aqui mi cuento. Si lo leen completo, mis respetos, por que es una mamada. Si no lo leen, solo vean el video... o busquen el capitulo... se llamaba "The Firebending Masters"
(BTW los nombres de los personajes tienen significados ocultos que para ser honestos ya no recuerdo... y FYI gane el concurso a nivel prepa, ahi tengo mi diploma todo mamon xD)
LOS ULTIMOS GUERREROS DEL SOL
Es curioso, las cosas que llegan a la mente antes de morir. Tletl se da cuenta de esto cuando da el último respiro de su vida, justo antes de lanzar la flecha. Altepe era una pequeña aldea entre las metrópolis maya y azteca. Fue fundada unas décadas antes del imperio de Moctezuma. Tlania dio a luz a un varón, segundo hijo de la familia, que junto con su esposo Tlema ya habían tenido antes a una pequeña, Liztli. La familia pertenecía a los pocos habitantes que aún conservaban sus habilidades para manipular el fuego. Los pocos que quedaban habían sobrevivido a las guerras en las que los enemigos buscaban exterminarlos por completo. Los que podían manipular el fuego, e incluso crearlo, eran considerados, como “desterrados del infierno”. Por celos y envidia, decidieron acabar con todo aquel que se viera practicando el poder del fuego, destruyendo así, a una de las únicas sociedades humanas que fue capaz de usar el fuego a su conveniencia. Sin embargo, festividades como “el fuego nuevo”, y la veneración a los dragones se seguían practicando, pues los pocos habitantes sin el poder de controlar el fuego, apreciaban dicha técnica, la veían como sagrada, ya que los primeros seres en crear el fuego fueron los dragones y el sol. Tlania le contaba historias a Tletl y a Liztli de un grupo llamado “los guerreros del sol” quienes habían aprendido a usar el fuego por medio de los dragones, obtuvieron la energía necesaria en la respiración y la luz solar. Ellos combatían en las guerras luchando por los desprotegidos y los débiles, salvando poblaciones y pequeños pueblos. Montados en dragones eran capaces de visualizar todo lo que sucedía en el mundo. Sin embargo, un día fueron vencidos en una guerra. El rey que entonces gobernaba a los mexicas había declarado como “poderoso y benévolo” a quien pudiera cazar a un dragón. Murieron todos los guerreros del sol y sus dragones. Los sobrevivientes se escondieron en las montañas, lejos de todo contacto con la civilización humana. En todo el mundo jamás se volvió a ver a los dragones. — Mamá, ¿todos los dragones murieron? — Preguntó Tletl — Lo dudo mucho hijo, eran demasiado fuertes como para morir por armas humanas — contestó calmada su madre. — Entonces, ¿dónde están? — Continuaba preguntando el niño — ¿Has visto a uno?, ¿cómo son? — No sé a ciencia cierta en donde se encuentren, pero si yo fuera uno, me escondería en algún lugar donde nadie pudiera molestarme, como las montañas. — ¿Pero si has visto a alguno mamá?, ¿qué le paso a los que quedaron vivos, mamá?, ¡mamá! — Creo que ya fueron muchas preguntas por hoy, es hora de dormir. Te seguiré contando mañana. Liztli y Tletl crecieron como cualquier niño normal, sin embargo, nunca lo fueron. Tletl practicaba el manejo del mazo, la lanza y en especial el del arco y la flecha, era muy bueno con ellos, su puntería era casi perfecta y la rapidez de sus flechas era increíble para haber sido impulsadas por el brazo de un niño de trece años. Liztli era muy servicial en las labores domésticas y del campo, tenía una habilidad de poder hacer varias cosas a la vez; cortar, tejer, arar, cocinar, amasar, recolectar. Todo lo hacía con una eficacia y velocidad tan sorprendente que parecía haber sido trabajo de más de cinco mujeres, a pesar de ser sólo una jovencita de no más de dieciséis años. Un día de verano, llegaron soldados a la aldea de Altepe. Eran cuatro hombres altos, musculosos y armados con enormes y gruesos mazos, llenos de espinas y manchas de sangre. — ¿Quién de ustedes se hace llamar Tlema? — gritó el más grande de los soldados — ¡Que venga aquí el que se haga llamar Tlema! — Soy yo — dijo al fin, saliendo de su casucha con una vestimenta bastante ligera si pretendía enfrentar a los cuatro soldados. — ¿Qué se les ofrece? — Fuimos enviados por el Rey Itzcoatl — dijo otro de los soldados — Quiere verte en tres días — Éste parecía menos rudo que el primero, sin embargo conservaba una actitud seca, poco agradable. — ¿Para qué quiere verme?, cumplo con la ley y no he participado en ningún conflicto reciente — dijo Tlema. — No poseemos más información que esa. Partiremos al anochecer, prepara tus cosas — Fue lo ultimo que dijeron. Dieron la vuelta y se fueron por donde llegaron. Esa tarde Tlema guardó sus cosas, “sólo lo necesario”, decía. Los soldados llegaron a su casa y a la puesta del sol se marcharon. Tlania parecía preocupada, pero sus ojos expresaban preocupación diferente, más fuerte, como si no solo se preocupara por el viaje de de Tlema, si no por el destino de éste, al parecer ella sabía, o al menos sospechaba de que se trataba. El viaje duró día y medio. Pasaron por campos, montes y riachuelos, donde Tlema puedo ver las flores del tabaco maduras y grandes, a los peces nadando río arriba con sus colores rosados, brillosos y las puntas de los volcanes rascando el cielo — Como en los viejos tiempos — se dijo a sí mismo. Cuando llegaron a la gran metrópoli Azteca, Tlema quedó impactado por cuanto había crecido desde la última vez que estuvo ahí. Las calles le parecieron más anchas cuando vio unos cuantos niños jugando. Había muchas más casas e incluso más altas. Los mercados estaban llenos de plantas, flores, animales y semillas, pero la gente que se amontonaba para comprar los teporingos más gordos para cenar, fue lo que más le llamó la atención, pues creyó haber visto a un viejo amigo vendiéndolos. Éste le devolvió la mirada, sin embargo, el contacto visual no duró mucho tiempo. — Apresúrese, el rey lo está esperando — dijo uno de los soldados mientras lo empujaba con su mazo. El palacio real era una construcción enorme. Sus muros eran gruesos y altos. Tenía vastos grabados e inscripciones. Incluso la escalinata del recinto le parecía sorprendente a Tlema. Estaba perfectamente cuadrada y alineada. — Impresionante — dijo — simplemente impresionante. — El rey lo espera en la sala principal — dijeron los soldados, dejando a Tlema en el umbral de la entrada del palacio. Tlema entro mientras continuaba admirando el esplendor de todo el palacio. Era enorme y muy amplio, fácilmente podían caber cuatro de las casas de su aldea ahí dentro. Tlema se arrodilló cuando por fin vio el trono del rey. Supo que era él por su penacho con largas y coloridas plumas y por la joyería de oro tan vistosa y reluciente. — Tlema ¿cierto?, no tienes por que arrodillarte, soy yo quien debería arrodillarme frente a ti ¿no lo crees?, porque si te hago enfadar, tu enojo podría ocasionar daños más fuertes de los reparables. — dijo el rey con un tono bastante sarcástico. Escondía algo. Pero no era el único en esa habitación que escondía un secreto. — Me…me temo que no lo entiendo señor — Dijo Tlema aún arrodillado. Su voz era entrecortada ya que temía que el rey supiera algo más acerca de él. — ¿Sabias que es malo mentir y es considerado en algunas civilizaciones como falta de respeto a los dioses o incluso en otras, es penalizado con la muerte? — continuo el rey — Sí señor, sí lo sabía— dijo — pero sigo sin comprender. — ¡MENTIRA! Bien sabes para que te traje. ¡Confesaron! Sé la localización de todos los que quedan. ¡Tú y toda tu familia serán masacrados! — gritó el rey, esta vez se puso de pie y bajaba la escalinata de su trono para ponerse frente a Tlema. — ¡No señor, no! Misericordia por favor. No hemos hecho nada malo. No sé a que se refiere — suplicaba Tlema, más nervioso que antes. — No te hagas el imbécil — dijo el rey soltándole una patada en el abdomen a Tlema que aún estaba arrodillado — ¡Levántate y enfréntame! ¿O acaso tus poderes te “quemaron” las agallas? ¡OBEDECE! Soy tu rey y te digo que me enfrentes. No sabe si fue por los nervios, o la presión de que los hayan descubierto, lo que sí sabe es que debía de correr rápido y llegar a su casa antes que los soldados. Tlema se había levantado y había quemado con fuego que salió de la palma de su mano extendida el pecho del rey. Salió corriendo del palacio, no tan sigilosamente como para que los soldados no sospecharan nada, pero como un guerrero del sol, hábil y rápido, pudo esquivar a la gente que se le cruzaba y con grandes zancadas alejarse de la ciudad. — ¡Ahora! — Tletl estaba en una prueba de arquería. Debía de centrar el objetivo y atravesarlo con un buen flechazo. Era su quinto objetivo y hasta ahora no había fallado a ninguno. — ¡No es justo, Tletl hace trampa!...o sus objetivos tienen truco — se quejaba Cahua, uno de sus compañeros de clase. Odiaba a Tletl por tener una habilidad nata en todo lo que él empeñaba tanto tiempo: trepar árboles, correr, luchar y sobre todo tirar arco y la flecha. — ¡Estoy harto de tus quejidos! — dijo el profesor — ¿Qué quieres que haga?, ¿qué le ponga un objetivo en movimiento? — ¿Y por qué no? — Dijo Cahua — que tal ese — apunto al cielo, donde estaba un zopilote volando en círculos sobre las cabezas de los niños. — ¡No!, y deja de quejarte — dijo el profesor. — No es problema — dijo Tletl — puedo darle — y miró hacia el ave. Apuntó, pero no la veía bien porque el sol lo deslumbraba y el ave se movía demasiado. Falló. — Listo, regresemos a la práctica — dijo el maestro. — No, espere, sé que puedo — reclamó Tletl. Apuntó, visualizó y falló de nuevo. Pero era muy perseverante como para dejarlo ahí. Apuntó una vez más y mientras visualizaba con los ojos entrecerrados, decidió abrirlos bien. Esta vez el sol no lo deslumbraba, al contrario, parecía como si le ayudara a ver más de cerca al objetivo. De repente sintió como si la sangre corriera más rápido en el brazo que sostenía la flecha. Cuando la soltó ésta se incendió por la punta. No obstante, atravesó al ave por el centro, ésta calló en llamas justo frente al grupo. — ¿Dónde aprendiste a hacer eso?, ¡dime dónde! — le gritaba el maestro mientras lo zarandeaba fuertemente. — No… no lo sé, no sabía que podía hacer eso — contestó Tletl. Todos sus compañeros lo veían con asombro, a diferencia de su maestro que lo miraba con miedo y enojo, como si hubiera echo hubiera sido un acto horrible. — Regresa a casa, rápido. Cuéntale a tu madre lo sucedido… ¡YA! — fue lo último que escuchó decir del maestro. Tletl corrió a casa. Cuando llegó encontró a su madre curando las manos de su hermana, las cuales habían sido quemadas. Al parecer Liztli se había quemado cuando misteriosamente el manojo de hojas de maíz que estaba recolectando se incendió, al instante en que se sintió frustrada, pues mientras recolectaba hojas perdió el brazalete que su madre le había echo con huesos de pescado. Tletl le contó a su madre lo que sucedió en su práctica de arquería. Los ojos de Tlania parecían preocupados y calmados a la vez, como si todo lo que estaba sucediendo fuera normal, pero no común. Tlania les explicó a los niños que ella y Tlema eran unos de los últimos guerreros del sol, que podían controlar el fuego y ellos heredaron el poder, pero sus ancestros habían jurado no volver a usar sus poderes y mediante un hechizo cerraron el trato, el cual se rompería cuando uno de ellos se viera forzado a usar sus poderes. Les platicó también, que por obviedad, quien rompió el hechizo fue su padre, pero no les contó sus sospechas sobre el rey Itzcoatl, que podía ser un enemigo de los que poseían el poder del fuego. Tlema llegó al anochecer. Despertó a su mujer e hijos, les dijo que empacaran “lo necesario” y que les explicaría en el camino. Sus hijos estaban muy asustados, pero sabían que era mejor obedecer y dejar las preguntas al final. Obedecieron a regañadientes. Tlania, sin explicación, supo que sus sospechas eran ciertas. Los soldados llegaron al día siguiente y buscaron la casa de donde había salido Tlema la primera vez, sin embargo, parecía como si hubiera sido borrada del mapa. Volvieron a revisar toda la aldea y no los encontraron, pero uno de ellos, cerca del lugar, se topó con un brazalete hecho de vértebras de pescado. Debajo de un montículo de tierra, encontraron cenizas, muchas cenizas, cenizas de madera y barro, de una casa calcinada. Tlema por fin explicó qué sucedía. Se había dado cuenta que los habían descubierto desde el momento que en el mercado encontró a uno de los guerreros vendiendo conejos, sus ojos le decían “cuidado”, pero no le puso importancia pues creyó que era su imaginación. Al parecer el rey llegó al trono con trampas, amenazando a los últimos guerreros sobrevivientes, ordenando que lo pusieran al mando o exterminaba a sus familias. Fue así también como supo de ellos. Amenazó con matar a Mauhqui, otro de sus compañeros, pero éste le ofreció a cambio la localización de los demás guerreros. Fue inútil, porque igual lo mataron. — ¡Dios mío! — Dijo Tlania entre lágrimas — ¿qué haremos ahora? — Correr y escondernos — contestó Tlema — iremos al sur, cruzaremos el canal y nos… — ¡NO! — Interrumpió Tletl — si los guerreros del sol aún existen, entonces también los dragones, ¡busquémoslos y peleemos! Recobremos el legado que alguna vez tuvieron. — Tú no sabes lo que dices — respondió Tlema — Quizás no, padre — intervino Liztli — pero si pudieron derrumbar la casa entera, ¿por qué no luchar contra las armas de madera del rey? ¡Busquen a los sobrevivientes y reivindíquense! — dijo Liztli. Había estado muy callada durante el viaje, como si planeara algo — Tletl y yo iremos con los dragones a las montañas a aprender a usar nuestros poderes y pedirles que se nos unan. Tú y mamá busquen a los demás y luchemos. — Ni siquiera sabemos si los dragones están vivos — Dijo Tlema — Sí lo están — contestó Tlania un poco más calmada — los he visto. Están en las montañas escondidos, salen para tomar energía del sol. — Aunque así fuera, ¿cómo creen poder ganarle al ejército más poderoso de toda la región? — Seguía negando Tlema — son demasiados. — Nunca lo sabremos si no lo intentamos, pero yo creo que podemos — dijo Tletl con un tono maduro y de mucha seguridad. Tlema terminó aceptando. Se dividieron. Tletl y Liztli fueron al norte, hacia las montañas para aprender de los dragones, mientras que Tlema y Tlania viajaron al sureste, con los mayas, a encontrar viejos guerreros del sol. En las faldas de la montaña había un ermitaño llamado Moctezuma. — Si quieren que los dragones les enseñen el arte del fuego, deben de pasar una prueba de fe para ver si son aptos de dicho poder — dijo sin que le hubieran preguntado — la prueba consiste en llevar fuego como ofrenda, hecho con sus propias manos. La llama que prendan al inicio del camino es la misma llama que debe iluminarlos al final del sendero. Aunque los niños habían echo fuego, no sabían controlar su poder. No obstante trataron y tuvieron éxito. La flama que ondeaba en el centro de sus manos era tibia, cálida y con un pequeño latido, como si cargaran un corazón joven. El sendero estaba lleno de rocas, zanjas y troncos caídos. No fue una labor fácil llegar a la cima del monte sin que sus flamas se extinguieran. Una vez arriba, encontraron una plataforma de piedra extendida que terminaba por cada extremo en la boca de dos cuevas. Se colocaron cada uno frente a las entradas de las cuevas. Esperaron. Repentinamente se vieron dos largos cuerpos salir por dichas cuevas. Uno era verde esmeralda y el otro rojo rubí. Los dragones eran hermosos. Poseían un grueso pelaje con textura de pluma, atrás de las mandíbulas. Eran diez veces más largos que cualquier serpiente antes vista, y tres veces más anchos que el tronco de un secuoya. Los dragones volaron alrededor de ellos, con una sincronía asombrosa. Era todo un espectáculo. Los dragones volaban cada vez más cerca de ellos, que no sabían si asustarse o admirarlos. Por fin se detuvieron y frente a los niños, los dragones miraron fijamente sus ojos. Durante un instante hubo silencio total. Los dragones abrieron sus fauces y lanzaron una llamarada inmensa que envolvió a los niños en un remolino de fuego, cuando estuvieron dentro de él, vieron colores increíbles, llenos de vida y sentimiento. El fuego cesó, y como si los dragones hubieran leído las mentes de los niños, supieron a que habían ido inclinando sus cabezas para que pudieran montarlos. — ¡Ahora a buscar a mamá y papá! — grito Liztli. Pero los dragones volaron hacia el oeste, en dirección contraria a donde se suponía que deberían estar sus padres. Los dragones volaban a una velocidad extraordinaria, tan rápida, que en pocos segundos estaban sobrevolando la metrópolis azteca, en donde se estaba llevando acabo una guerra. Los niños pudieron ver desde el cielo los chorros de fuego salir desde unas cuantas personas. Supieron que sus padres habían llegado antes y había comenzado ya la guerra. Los soldados superaban por mucho a los pocos guerreros del sol que quedaban, sin embargo, cada guerrero del sol era capaz de luchar con cinco hombres al mismo tiempo. Sus reflejos eran más rápidos y la ropa que usaban les permitía moverse con más agilidad. Poseían una fuerza tremenda a pesar de ser personas de edad avanzada. Las llamaradas salían disparadas por todas partes, pero los soldados sabían como extinguir el fuego con un rápido movimiento de sus lanzas. Los niños peleaban desde el cielo lanzando, junto con los dragones, fuego a todo aquel que apuntara con las flechas. La guerra duró mucho tiempo, más de lo que pensaron. Los soldados eran jóvenes y fuertes y habían sido entrenados para la guerra toda su niñez, a diferencia de los guerreros del sol, que ya estaban viejos y cansados. Estaban perdiendo la guerra. Al final solo quedó la familia de Tletl, dos guerreros más y los dragones. En segundos, flechas volaron desde las últimas filas de los guerreros y dieron con los dragones, dejándolos sumamente heridos. Morían poco a poco ya que eran el centro de ataque de los soldados. Una lanza fue la que dio con Tlema, éste se desplomó cayendo primero en sus rodillas y finalmente pecho tierra. Liztli y Tlania fueron sujetadas por los soldados, lucharon por liberarse y quemaron a varios en los brazos, pero terminaron vencidas. Sólo quedaban Tletl y los dragones, cada vez más débiles. El fuego que expedían ya no quemaba, sólo causaba un leve ardor. Finalmente, el rey Itzcoatl salió entre la multitud. Posando frente a Tletl le ordenó que hiciera lo que deseara antes de morir a manos del rey. Tletl suspiró, miró a su alrededor. Vio a los soldados, sudorosos y llenos de sangre. Tirados en el suelo observó los cadáveres de los guerreros. Estaban limpios y arreglados, como si no hubieran participado en la guerra que ocurrió ahí. Los dragones apenas y respiraban, sus heridas sangraban, pero sus ojos no mostraban dolor. Tletl apuntó al sol y disparó la última flecha.
— ¿Por qué estoy aquí y no con todas las demás personas que murieron? — Porque tú fuiste especial — ¿A qué te refieres? — Tú, sin saberlo, honrabas un evento que para muchos, es sólo un objeto más en la vida. Durante generaciones la humanidad ha usado el poder del fuego para fines maliciosos; guerra, destrucción y muerte. Es por eso que no hay más humanos dotados con ese poder, pues ven al fuego como un hecho sin importancia, un “algo”, nada más. No comprenden el poder interno que éste posee. Un poder que es capaz no sólo de devastar, sino también de crear. De calmar y avivar, de enfermar y curar, de proteger y defender. El fuego no es destrucción, es energía y vida, es un corazón latente, es la fuente eterna que permite la existencia en el mundo. Es, el elemento rey.
…
A la muerte del Rey Itzcoatl, Moctezuma el ermitaño subió al poder. Resultó no ser un ermitaño, pero si el protector de los dragones. Extendió sus dominios a las pequeñas aldeas cercanas a la región de su gobierno, como Altepe. El reino azteca tuvo una época de calidad y cantidad nunca antes vista, como si la muerte de los dragones hubiera traído bendiciones al pueblo. Durante su gobierno una sequía azotó a su reino, Moctezuma rezó al sol y a los dragones. Estos escucharon sus rezos y salvaron a su pueblo. Es por eso que todos los cuadros de este rey fueron pintados con fondos rojos, como el fuego, el fuego que salió de los dragones y de los últimos guerreros del sol.
La verdad, no he conocido a NADIE que me haya dicho jamas "Que buen gusto de musica tienes" asi que estoy conciente de que la mayoria de la musica que escucho es mala... o no muy buena... ... Anyway, ultimamente he esuchcado mucho a una banda "reciente" que no solo me gusta por su estilo (un tipo Vintage de los 50's muy muy Elvis) si no que las canciones (que todas son covers) que cantan, son exitos y en versiones muy buenas...
Aqui les dejo un par de ellas, porfa escuchenlas si queira el principio... o solo vean el video:
(Debo confesar que el primer video se ve tan falso... pero es divertido ver como hicieron el intento... y para los que me conocen bien... ya sabran que opino del vocalista principal...)
Tienen muchos covers mas, entre los mejores estan, esos dos y para mi "Angel" de "Robbie Williams", "Hey there Delilah" de "PlainWhite T's" y "Crazy in Love" de "Beyonce" entre otras...
-Intolerante a la lactosa
-Amante del rock
-Lector empedernido
-Comunicativo
-Ociosista
-Hiperactivo
-Hunk psicologico
-Anormal, inestable, transigente... unico
Luna fugaz
-
*Luna fugaz*
Llega puntual por la tarde,
juntos pasamos la noche.
Por la mañana el reproche
de su partida es alarde
y aunque el lugar yo le guarde
no va a qu...
Punto final
-
Gracias por leer este blog. Fue divertido escribir aquí durante algunos
años. Esta casa guarda buenos recuerdos. Tristezas y absurdos. Un poco de
todo. Ent...
La Muerte
-
Uno la vive, a veces la siente, otros la tienen.
se le teme, se siente, te marea, te agobia, te tortura.
viene en diferentes formas, pequeñas, grandes, bue...